Con el debido respeto a quien opine diferente, el amor en público lo considero una indecencia. Más aún cuando los propagadores de ello son dos carrozas que conviven bajo el mismo techo años ha.
Para mí que tales demostraciones son la prueba de grandes desavenencias y odios escondidos.
Por ejemplo cuando conocí a la mujer de un amigo argentino, que fué en una fiesta en su casa, sucedió así, cuando me presentó a su esposa:
-Cariño conoces a Kimax?
-No, cariño, es un placer enorme conocerle.
-Me siento muy honrado en saludarla, señora.-dije yo-
-Te dejamos cariño, que el resto de los invitados también están deseosos de conocer a Kimax
-Lo entiendo cariño, no es para menos. Es un tío genial.
Cuando la fiesta terminó, alcanzó el ámbito privado.
-Cariño, como vuelvas a timarte con el licenciado Kimax en público te voy a dar una golpiza fracturosa que te vas a enterar.
-Tú me lo presentaste, cariño, y yo soy gentil con quien me sale del polleraje, cariño.
-Tu has emputecido, cariño, y algún día te voy a sorprender con una balacera.
-No tengo pavor, medio macho, que eres un medio macho.
Y no pasa nada.
Por ejemplo en España, y más si los protagonistas son catalanes, el tono es diferente:
-Me preparas una copa mi amor?
-No mi amor, póntela tu.
-Eres muy amable, mi amor.
-Pues si no te gusta mi carácter te vas con otra, mi amor.
-Es lo que voy a hacer, mi amor.
-Hazlo y te corto los huevos, mi amor.
-Ya lo he hecho, mi amor.
-Y yo también, mi amor, y mucho antes que tú, que eres un cabrón, aparte de gilipollas.
Y se lía la de Cristo.
Sin embargo lo más molesto, para mí, es el tratamiento de tú en la enfermería, que viene a ser algo así:
-Anda descúbrete que te voy a inyectar un poco de valium. No te preocupes que no te va a doler cielo..
Y cielo enseña el culo y le inyectan un poquito de valium que no duele, pero la aguja sí.
Yo creo que el amor sincero, es una sensación callada, y debe permanecer en el ámbito de lo privado.