Buenos días ,espero que este nuevo día,sea bello para todos.

Siempre le ponemos la oreja a las opiniones ajenas sobre nuestra vida. Incluso, a veces las consideramos más que a nuestro propio punto de vista. Una palabra alentadora, nos exulta. Una crítica, nos deprime. ¿Cómo protegernos para no ser víctimas del juicio de los otros? ¿Cómo aprender a valorar nuestra propia impresión sobre las cosas que hacemos?
A María O. la habían criado para agradarle a todo el mundo, para ser aprobada, querida, deseada, hasta envidiada. Pero de tanto sostener ese modelo y modificarlo cada vez que era reprobada, ya no sabía bien quién quería ser realmente. Era igual al modelo perfecto que le habían enseñado, pero ¿era ella realmente esa chica? Y lo peor era que, en su entorno, cada vez que su verdadero yo aparecía, lo criticaban.
Perdida una tarde en una librería, hojeando uno de esos libros de autoayuda que siempre le recomendaron no leer -porque estaban hechos para los que no sabían pensar por sí mismos.

 María O. leyó algunos consejos para sacudir su autoestima dormida y animarse a ir por ella:
- La diversidad del ser humano, existe. Hay otro tipo de personas, no hay un solo modelo aprobado. Todos valen.
- Ayuda a ser feliz rodearse de personas que no nos exijan seguir un patrón de conducta, que nos acepten y valoren por lo que somos, aún con nuestros errores.
- La crítica no siempre es una voz contra nosotros. Es más, muchas veces habla más de quien la dice, que de a quien apunta.
- Podemos no gustarles a los otros, lo que no podemos es no gustarnos a nosotros mismos.

¿Qué importancia le das a la opinión de los otros sobre tu vida? ¿Qué hacés con las críticas?

Mil besos

FELÍZ DÍA..!!!

Las relaciones humanas tienen un fundamental basamento que es el amor y el deseo. El amor hacia sí mismos como especie reflejados en los ojos de sus descendientes y en el deseo de supervivencia que toma forma de acuerdo a la naturaleza de cada uno, esto lleva a procrear y a adoptar hijos. Después de esto, es el lenguaje que une y separa, y no siempre une y separa de modo correcto. El error y la equivocación es parte del proceso de aprendizaje para armonizar con la vida misma mientras aprendemos a hablar con nuevas palabras a través del tiempo. Creer que, porque hemos concluido niveles de escolaridad y universidad, ya hemos aprendido a hablar es otro error.

Sumamos nuevas palabras cada día, aprendemos sobre valores nuevos con cada palabra y nos expandimos en conciencia a medida que los años nos modifican el cuerpo y el pensamiento. Lo que ayer no aceptábamos, es aceptado hoy, lo que ayer era concluyente es desestimado hoy, lo que era ya no es, y lo que no era, hoy es, porque el lenguaje nos une pero el uso del lenguaje tiene la capacidad de una cosa o la otra.

Es importante reconocer que en cada acto hay una posibilidad de ampliar nuestros horizontes aceptando al otro tal como es y tal como quiere ser porque el respeto es lo que no debe perderse en ninguna circunstancia, de ahí a la mejor convivencia el mejor camino es siempre el menos complicado.