Si alguna vez siento que mi fe o mi comprensión son insuficientes y no sé qué hacer, me aquieto y medito acerca del poder del Espíritu Santo en mí.
Nunca necesito sentir que una situación es imposible, ya que el poder del Espíritu Santo está activo en mí, revelándome la Verdad en todo momento y comoquiera que la necesite.
Mi mente es iluminada gracias a las ideas divinas que fluyen continuamente de la mente de Dios. Hago uso de dichas ideas actuando según ellas y permaneciendo receptivo a la comprensión divina. A medida que afirmo mi fe, el poder del Espíritu Santo se activa en mí y mi camino se aclara.
El Espíritu de la verdad … ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.—Juan 14:17