Ahora... mírate a ti mismo
y date cuenta de que lo que ves en los demás
es lo que tú mismo sientes por ti.
Si alguien te dice lo dulce que eres,
es que esa persona posee dulzura,
si alguien exalta tu belleza,
es que la belleza interior de esa persona
es tan grande que no posee envidia,
si alguien piensa que compites en todo,
es porque ellos mismos ven en todo una competencia,
si alguien piensa que lo odias,
es porque el odio corroe su alma.