Hay momentos en la vida que no tienen respuesta ni explicación; sucesos, acontecimientos, experiencias vividas, tantas cosas que no sabemos por qué suceden o por qué las debemos vivir Por eso, más que buscar respuestas,
démoslas nosotros mismos con nuestro vivir y actuar, en lo más sencillo y pequeño, aún en todo aquello que no entendemos y que a veces nos hace dudar. No hay más respuesta que la fe que nos da fuerzas y nos llena de paz.
Autor desconocido
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