
QUISO SER PALABRA
Ingenua obsesión, si titilan tus labios
y te escondes tras el disfraz
que marcan tus horas.
Creciste siendo flor de tallo frágil, cuándo,
una ligera brisa te abría dos violetas .

¿Sueñas? La llegada del ave qué,
entone su cántico, regando los setos
con bienestar de lo sencillo,
con letras que juntar
sin versos aprendidos…

Y te pierdes adentro por no tener
ninfa que proteja la sensibilidad heredada,
ahogas los gemidos cuando la claridad invita
y el cuerpo material se ruboriza
palpitando en la celda, repasando las ideas,

masticando los deseos de alejarte en solitario
y seguir tu pulso con la vida.
¡Notas de un trovador sonámbulo!
Silente caminante pisando hojas amarillas
qué, a todo teme…
