Estoy descubriendo con ustedes senderos que nos llevan a reconocer e integrar realidades diferentes.
Siento que juntos estamos esperando cada día con amor. Cantando, bailando, sintiendo el silencio, manteniendo una vela encendida en lugar de tumbarnos apenados en la oscuridad Intentemos descubrir que la incertidumbre y la paciencia son virtudes sobradamente recompensadas y esperan cada encuentro con el sentimiento de un “volver a casa”. Caminemos a nuestro propio ritmo, con quienes no sólo unimos nuestras manos sino que además tocamos nuestros corazones. Vamos construyendo con esperanza y vitalidad continuamente nuestro camino sabiendo que del otro lado del espejo hay mucho más que nada y de ese modo nadie se volverá a sentir solo.