Aprendí de la vida que hay que ser decidida,
aprendí de mi madre que hay que ser muy guerrera,
la pasión, gallardía y la paciencia en la espera.
Aprendí de la vida que hay que ser decidida,
aprendí de mi madre que hay que ser muy guerrera,
la pasión, gallardía y la paciencia en la espera.
Fui abandonada y traicionada también, subestimada
y echada al olvido, lo sé, pero decidí dejar ir,
lo que ya se fue.
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