El melón es rico en agua y con bajo aporte calórico, ya que no tiene demasiado azúcar en comparación con otras frutas.
Además, por su alto contenido en minerales como el potasio, el magnesio o el sodio, es un potente diurético. ¡Ah! También tiene poder antioxidante gracias a su aporte en vitamina C y beta-carotenos.
Y es que ¡el melón es una fruta ideal para el verano! Además de ser un magnífico hidratante con bajo valor calórico, diurético y antioxidante, es una fruta deliciosa y con un refrescante sabor dulce perfecto para combatir el fuerte calor del verano.
Esta fruta nos brinda multitud de opciones al momento de comerla; la podemos comer tal cual, de postre o como tentempié, en forma de macedonia o en una brocheta con más frutas y chocolate por encima; también puede ser un perfecto entrante o formar parte del plato principal. ¿Habéis probado alguna vez el licuado de melón y sandía con un poquitín de canela? Es impresionante lo bueno que está y, además, es una buena manera de sustituir un refresco.
La sopa de melón es perfecta como entrante; os explico cómo se hace: por cada quilo de melón necesitamos un yoghourt y, es tan fácil como triturar estos dos ingredientes y salpimentar al gusto. Y, si le añadís unas virutas de jamón, queda fantástico.
El batido de melón, perfecto para media mañana o la merienda, es muy parecido a la sopa, pero sin sal ni pimienta, y en este caso, dándole un toque con un poco de menta. Como la fresa, el kiwi o la mandarina, el melón también queda delicioso dentro de la ensalada. Y, cómo no, el típico y delicioso melón con jamón, un entrante refrescante y delicioso.
Por cierto, ¡si vais de picnic, acordaros de llevaros melón para el postre! Será una perfecta manera de refrescaros, comer fruta, hidrataros y disfrutar de su magnífico sabor.