MI ADMISTÍA
QUITO BENITEZ
Amor..., quiero decirte,
de que eres libre...,
así lo he decidido,
después de haber compartido
tantos años el mismo techo,
en el cual vivimos
los mejores pasajes
de una historia intensa,
en la que no se guardó
nada,
simplemente se ha puesto
en su momento...,
de una sola vez, todas las cartas
sobre la mesa...,
y el resultado de hoy,
es la separación...,
quizás, la que venimos
anunciando con nuestro
comportamiento austero...,
donde ya no se escuchaban
entre los dos un simple
"te quiero", que nos alimentara
nuestro ego,
para continuar con esta
relación,
que finalmente ha llegado
a su ciclo...,
al carecer de fundamentos
los válidos para la convivencia
de dos personas
que extrañamente, se han dividido,
al tropezarse con los avatares
silenciosos de la rutina,
que desintegra, sin contemplaciones
todo lo que se haya
construido...
Te quiero..., pero eso no basta...,
se necesita algo más,
para recomponer lo que ya está
dañado entre nosotros...,
quizás, se soltarán las lágrimas,
que serán de la impotencia,
las que suelen salir desesperadas,
buscando, esa solución salvadora,
como para volver, equivocadamente
a retomar las riendas como al principio...,
se que no será fácil...,
pero tenemos que darnos
una oportunidad, de probar
algo distinto, que nos haga movilizar,
para que nos haga comprender
de que aún, estamos vivos,
que podemos enamorarnos
de alguien, que nos active
con su vibrar, como lo supimos
hacer, por un tiempo, nosotros...,
lamentando, ahora,que aquello
forme parte de un recuerdo,
que íntimamente, quizás,
quisiéramos recuperar,
sin embargo, nos dimos
cuenta, de que ya nada se puede hacer
con un amor
que se ha gastado...,
y que ya nuestros ojos,
hoy, lo pueden ver con otro mirar distinto...,
el que confirma tardíamente
de que nos hemos confundido
de que esto sería algo,
para toda la vida...,
y no ha ocurrido eso...,
amado mío...