Cuentan que en la Universidad de La Sorbonne en París, promediando el siglo XIX, había salones con forma de anfiteatro (me trae recuerdos de mi época secundaria, los salones con forma circular, con asientos de madera con forma de gradas de cancha de fútbol)
En la parte circular baja se sentaban los estudiantes de menos recursos, generalmente eran algo así como becarios, que por alguna razón accedían a ese nivel de estudios, tan vedado para su clase en aquellas épocas, llegaban temprano, varios minutos antes de comenzar las clases y uno a uno se iban ubicando allí.
Cinco minutos antes de comenzar la clase, se cambiaban al asiento superior que era su verdadero sitio, y dejaban libre los asientos en parte baja, pero eso si, calentitos.
La universidad (como todas) era una construcción enorme, con enormes puertas y techos muy altos, que generosamente derrochaba mármol por pisos y paredes lo que hacia que se convirtiera en un verdadero freezer en invierno. Por eso los estudiantes pobres iban antes, para calentar el asiento de los niños ricos.
Pero la cosa no quedaba allí. Como quedaban entumecidos por el frío, zapateaban golpeando los pies contra el suelo para poder calentarse y evitar que se les "durmieran" los pies de frío.
El ruido se escuchaba de lejos. Los chicos estaban varios minutos zapateando y haciendo ruido pero nadie les pedía que se callaran. Esto constituyó lo que se llamó "el derecho al pataleo" y que hoy lo asociamos tan solo a una protesta.
La imagen corresponde a mitad del siglo XX pero es válida igual porque nos muestra justamente como distribuyen los asientos, parece que sigue siendo la misma estructura aunque no creo que haya quien caliente previamente los bancos...