Los mentores espirituales
pueden ayudarnos a acelerar
nuestro proceso de crecimiento.
Al ser humildes y solicitar orientación,
abrimos nuestra vida a los milagros.
No importa si nos enseñan
de manera formal o informal,
si nos sentamos en un salón de clases
o nos sentimos atraídos por algo
que resuena con nosotros durante una conversación
con un desconocido.
Lo más importante es que
estemos abiertos a expandir nuestro conocimiento
Yehuda Berg