A filo de la luz siempre hacia adentro debajo del torrente subterráneo en el espejo cedido por la claridad fundirse con los sueños abandonar el día y en el último latido viajar perderlo todo dejar hasta la sombra mirar las playas sumergidas las rocas certezas inauditas a la orilla del mar que nos espera y volver con minerales tesoros en las manos la mirada presa en los prodigios a iluminar el aire del deseo en la mañana abierta y nueva.
BLANCA LUZ PULIDO
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