La Palma, la isla siempre verde, se ha merecido de sobra el calificativo de bonita por sus frondosos paisajes, la claridad y limpieza de su cielo, sus conos volcánicos, refrescantes manantiales, sus sitios arqueológicos y su costa escarpada con pequeñas calas encajonadas entre imponentes acantilados.
Un pps de Carmen Drago