de la red
Algunos proporcionan angustia,
otros felicidad; otros soledad o también verdades.
Muchos toman los secretos como algo malo,
lo relacionan con la infidelidad.
Otros, personas con gran confianza en sus amigos,
entienden la intimidad de uno y su silencio.
Una buena manera de clasificarlos es en propios y en ajenos.
Los últimos, para lograr saberlos, por lo general,
es necesaria una gran confidencialidad,
sin ella los secretos de cualquier persona,
amigo, familiar, conocido,
sea quien sea, se muestran tan ocultos que se vuelve tentador;
al ser humano lo tienta lo desconocido y lo prohibido.
Los secretos propios, guardan relación con los sentimientos,
con aquellos que duele y que deseamos o amamos.
Los secretos son tentadores y ocultos hasta para nosotros mismos.