Largo tiempo desde guerras
más a la lid ha venido
el que viene a libertar
al prisionero escondido.
Entre disputas y risas
sin darse cuenta siquiera
de azul se tornó su camisa
a ser roja pasionera.
Pasionera de luceros
de praderas encendidas
caminando el prisionero
por su luz halló salida.
Prisionero, tres puertas encontraste:
el amor, la tranquilidad y el olvido.
De tres puertas a escoger
sólo una serviría
para el prisionero poder
alcanzar volar un día
más el prisionero durmió
pues tranquilidad querer tenía.
Prisionero, tres puertas encontraste:
la felicidad, la falsedad y lo imposible.
Falso es el sosiego
por el que al amor cambiaste
imposible es el olvido
¡a tu libertad fallaste!
Sólo es libre quien ansía
ver andar en armonía
a prisionero y guardián
en amor e ideología.
Ahora está aprisionado
y aprisionado implora
pues imposible ha de ver
olvidar a quien añora.
Desconozco autor.
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