¡No seas tu enemigo, compañero de viaje! ¡Deja de boicotearte…y causarte dolor!, que detrás de tus roles, y de tu personaje, ¡se esconde un alma pura…que sólo quiere amor…!
¡No seas tu enemigo!, y acepta por completo todas las circunstancias que la vida te da, sin esperar en vano ese absurdo boleto a la cándida rueda de la felicidad…
¡No seas tu enemigo! : no compres esa esquiva perfección ilusoria que venden por allí… ¡es más fácil, amigo, marchar a la deriva…, disfrutando las cosas que pasan porque sí…!
¡No seas tu enemigo!¡No culpes a tu suerte!, que cada golpe llega…cuando debe llegar…: si hasta el definitivo –ese que llaman muerte-, ¡te está abriendo las puertas hacia un nuevo lugar!
¡No seas tu enemigo! ¡No opongas resistencia!, y busca en tu infortunio su gotita de miel…, y si no puedes verla…pídele a tu Presencia que esclarezca tus ojos…, como a un amigo fiel…
¡No seas tu enemigo!, que andando tu camino, las cosas nunca son lo que parecen ser…, y no hay nada inmutable…, si hasta al propio destino, lo vas modificando con tu forma de ver…
¡No seas tu enemigo!, y realza tu jornada: que si en vez de naranjas…te entregan un limón, tu puedes transformarlo en rica limonada…, ¡en vez de quedar preso de la desilusión!
¡Si tienes el poder de sanar cada herida, y transmutar la sombra que siempre va contigo, entrégate confiado al flujo de la vida! ¡Deja de boicotearte! ¡No seas tu enemigo!