Que recuerdo tan sublime recostada en el aura de cada amanecer temblando de pasión queriendo
acariciar de nuevo ese manto que jamás me permitieron mas que él!, escuchando el murmullo
de aquellas aves con la brisa sobre mi cabello y el aire helado queriendo soplar
a la muerte para alejar el dominio de aquel ángel que...
...puso sobre mi el néctar mas oscuro de la pasión la lujuria y el dolor.
Que pediría mortal alguno mas que vida cuando aquel ángel se le presentase, pero esa no fue mi opción,
yo pedí aliento de morir como suicidio para la vida tan detestable que llevaba, no supe qué contestar
cuando se acercó, pero me besó y el sabor de aquel toque fue el paso para mi entrega y la pasión
desbordarte de ese amanecer de luna llena, recostada en el suelo me hacia su mujer, temblando
de locura y a la vez con ganas de saber quién era aquel ángel que acariciaba
mi cintura cual labios eran fríos pero palpitantes de emoción .
Sus manos se enredaban entre las mías acariciando mis pechos, me llevaba al mas allá y me traía,
que palpitar dentro de mi sentía cada vez que me empujaba al lado mas oscuro de la pasión que me
brindaba ¿quién era él?, no sabía, solo sentía que su alma era fría pero ese día llena de calor pues
mas excitación nunca había sentido y no existía. Desnuda entre sus manos me llevó hasta su sueño
quien de escombros vestía pero lleno de lujuria se veía, no recuerdo su rostro pero su mirada me enloquecía.
Después de hacerme el amor se dirigió a mi cuello, pensé que la pasión seguiría, me dejé llevar
para que siguieran mis fantasías, pero su propósito fue otro y hasta la otra vida me llevo junto a él,
ahora navego en un mar de antaño rodeada de criaturas extrañas que ahora son mi familia, pero nada
me importa por que aquel es el dueño de mi vida, aquel que me hizo suya por primera vez y me resucitó
en un mundo lleno de hipocresía, aquel que acarició mi cuerpo virgen y me hizo sentir la vida y la
muerte en un solo amanecer, aquel ángel de túnica negra y labios palpitantes. Se que en mi ya no
hay vida, pero él para mi sigue siendo la vida que me arrebató y me entregó otra que yo pedí.
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