Sábado por la tarde con mis amigas nos divertíamos comprando con delicia ,escogiendo flores para nuestras madres ...depués de terminar ésta agradable tarea nos sentamos en un café para hacer planes para el domingo ..de pronto vi como una de ellas se ponía pálida y sus manos temblaban ..la vi mal sus ojos brillaban porque en ellos se asomaban sus lagrimas que trataba de contener ....miramos hacia la puerta de entrada y vimos que su ex esposo venia entrando con su nueva relación ,,sentí una pena infinita y la abracé como queriendo protegerla porque aún no lo había olvidado y además aun seguía sufriendo después de 5 años.
Las heridas de amor son las que más duelen porque no aceptan costuras, tienen que cerrar solas y lleva mucho tiempo de cicatrización. Qué fácil sería todo si hubiera un cirujano para heridas de amor, alguien con la sabiduría y la experiencia de coser con puntada certera esa abertura que nos deja la perdida del ser amado.
Claro que hay dos problemas. Uno es saber dónde está la abertura, porque a veces se siente en el pecho, otras en el estómago, otras es la garganta que se cierra y se niega a comer. ¿Dónde justo está la herida de amor?
Y el otro es con qué hilo se puede coser, qué hilado especial habría que usar para que no se vuelva abrir jamás, para no que dejé ninguna huella en nosotros.
Las heridas de amor tardan en sanar, pueden durar meses y hasta años, e incluso quedar para siempre abiertas. Pueden parecer curadas pero el sólo hecho de ver a la persona por la cual se originaron, las abre como por arte de magia. Y otra vez empieza el proceso.
Es duro darse cuenta de que la herida no sangra, pero si que duele más aún que un hueso que se quiebra, la carne que se abre, o la piel que se quema. Lo bueno que cuando cierra es para siempre, no deja cicatriz externa y nadie más que nosotros sabe que la tenemos.
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