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General: Pensamientos Cristianos. Parte 54
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Hermano Cristiano  (Mensaje original) Enviado: 18/11/2016 17:51
Dios mismo descendió sobre el Ser humano a través de su Hijo Jesucristo para recuperar lo que el hombre había extraviado. Su verdadera identidad en Dios.
La Palabra dice:
 “Único es Dios, único también es el mediador entre Dios y los Hombres, Cristo Jesús, verdadero hombre”. 
1 Timoteo. 2:5,

Esta palabra de Dios, nos dice que Jesucristo es el único que puede hacer que haya la real y necesaria comunicación del hombre con Dios, y que nadie, entendámoslo bien, nadie más tiene esa encomienda que Dios le dio a Jesús para lograrlo. Por eso Jesús en su Palabra, dice: 

"Yo Soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocen a mí, también conocerán al Padre". 
Juan. 14:6,7,

Tremenda revelación ésta, porque Jesucristo nos confirma que El es el único camino verdadero para alcanzar el Reino de Dios, y que solo conociendo y reconociendo a Jesús como el Hijo Unigénito de Dios y crucificando nuestra condición material y tradicional, conoceremos al Padre como dicen Las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento.
En ese tiempo en el que Jesús proclamaba la Buena Nueva para que el hombre encontrara el camino que lo regresara al Reino de Dios, mucha gente, sobre todo la clase sacerdotal, no creía en lo que él decía, por lo que Jesús les informaba: 
"Pero tengo una recomendación que vale más que la de Juan; Son las obras que el Padre me encomendó hacer. Estas obras que Yo hago, prueban en mi favor que el Padre me ha enviado". 
Juan. 5: 36,

Como sabemos, aún viendo todas las maravillas y milagros que Cristo hacía, el libre albedrío de mucha gente avalando esa ceguera espiritual hacia el conocimiento adecuado de lo anunciado en el Antiguo Testamento acerca de la venida del Mesías, y en especial, a las tradiciones religiosas de los maestros de la ley, las autoridades judías y los jefes de los sacerdotes y los fariseos, los cegaba de tal manera, que les impidió ver la verdad que en Cristo Jesús resplandecía, y ésto, desgraciadamente, (no vivir en la gracia de Dios a través del amor y de la fe en Cristo Jesús) es una herencia que en muchos de nosotros prevalece hasta nuestros días, lo que nos limita fuertemente el acceso al conocimiento verdadero, según el Nuevo Testamento, para reconocer que Jesucristo verdaderamente es quién sabemos que es, avalado por todas las pruebas en milagros y obras que realizó en su tiempo y que sigue realizando en la unidad del Espíritu Santo a lo largo y ancho de este mundo en obediencia a la encomienda que el Padre le confirió.
Ante esta enorme incredulidad que resaltaba sobre todo en las autoridades judías y en los maestros de la Ley, Jesús decía: 
“¿O bien te aprovechas de Dios y de su inmensa bondad, paciencia y comprensión y no reconoces que esa bondad te quiere llevar a una conversión? Pero si tu corazón se endurece y te niegas a cambiar, te estás juntando un gran castigo para el día del juicio en que Dios se presentará como justo juez”. 
Romanos. 2: 4-5
Palabras fuertes, duras y tajantes que nos deben de llevar a reflexionar profundamente en ellas y en forma más que cuidadosa, ya que si somos creyentes en Jesús pertenecientes a cualquier denominación y nos preocupamos por aprender cada día más de Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo a través del Nuevo Testamento, sin duda no fueron escritas para nosotros puesto que ya hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador personal, lo que nos salva de la advertencia que Jesús hace a los duros de corazón, quienes amparados por el libre albedrío que Dios permitió que hicieran suyo, no rinden y sujetan (unen) su voluntad humana a la sublime Voluntad de Dios al no creer en Jesucristo suficientemente como para guardar y enseñar a cumplir con fidelidad su Palabra, sin desviarse de ella ni a la derecha ni a la izquierda como la voluntad de Dios en sincera conversión de su condición material y tradicional, a su condición espiritual en la imagen y semejanza de Dios, imagen en espíritu y semejanza en trinidad (Cuerpo, Alma y Espíritu).



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De: Alicia Enviado: 19/11/2016 00:18


 
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