Nada está oculto a los ojos de Dios, absolutamente nada, por eso Jesús nos dice en su Palabra:
"Tu cuando ores, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que comparte tus secretos, y tu Padre que ve tus secretos te premiará"
Mateo. 6: 6,
Deberemos tratar de entender bien todos los mensajes que Dios a través de la Palabra de Jesús nos hace llegar, para que cada vez estemos más próximos a recuperar los tesoros divinos, que como hijos pródigos de Dios nos corresponden, por lo que para entender estos mensajes deberemos discernir, es decir: cernir, colar, exprimir, nuestros limitados razonamientos humanos en la forma espiritual debida, ya que el estudio de la Palabra de Dios nos alerta para no asimilarla en forma literal, pues su significado espiritual va más allá de todo razonamiento humano, por lo que se hace necesario, después de haber sido bautizados en agua, invocar la conducción del Espíritu Santo Intérprete para que nos de la sabiduría para comprender espiritualmente la Palabra de Jesús para poder ser bautizados en el Espíritu.
Para ejemplificar lo anterior, discernamos el ordenamiento de la Palabra de Dios cuando Jesús nos dice:
"Tu cuando ores,"
Cuando platiques de tus cosas con Dios.
"entra en tu pieza,"
Entra en tu mente dispuesto a sujetar tu espíritu al Espíritu de Jesús, para introducirte al recinto del mundo espiritual de Dios.
"cierra la puerta,"
Cierra tu mente natural llena de conocimientos humanos, y abre tu mente espiritual para que así conozcas verdaderamente de Dios y puedas entrar a la Mente de su Sabiduría Eterna para ser compartido de ella sin distracciones.-
"y ora a tu Padre que comparte tus secretos"
Ora al Padre Nuestro, para posteriormente platicarle a Dios de tus secretos, de lo que deseas para los demás o para alguien en especial y de lo que deseas para cubrir tus necesidades espirituales, físicas, y materiales, para que él bendiga tus anhelos y se realicen de acuerdo a su Voluntad.
"y tu Padre que ve tus secretos te premiará"
Y Dios, que conoce si verdaderamente dispusiste tu corazón, es decir, tu espíritu en forma sincera y de acuerdo a sus instrucciones, él derramará sobre ti bendiciones para que toda la ayuda que solicitaste, sea.
Su palabra nos dice:
"no juzguen y no serán juzgados: no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará; recibirán una medida bien llena, apretada y rebosante; porque con la medida que ustedes midan serán medidos."
Lucas. 6: 37,38
Que Palabras tan hermosas y a la vez tan terribles, porque el final del versículo resume de una manera en la que solamente la Mente de Dios puede hacer esa observación precisa, puesto que nos enseña, que para recibir tenemos que dar, ¿y que recibiremos a cambio?, recibiremos más, mucho más de lo que demos, es decir, si damos ofrendas y limosnas, es decir, alimento o cualquier ayuda para solventar cualquier necesidad a quien lo solicita o a quien lo necesita, esa actitud nuestra sin duda hará que seamos recompensados a su tiempo más que generosamente, pero cuidado, si lo que damos lo condicionamos a nuestro libre albedrío en el que domina nuestra conveniencia material, o nos negamos a ayudar estando en la posibilidad de hacerlo y lo que realmente damos es rechazo o indiferencia o excusas o maldiciones y chismes, y todo lo negativo que se nos pueda ocurrir; entonces también nosotros recibiremos más de lo que dimos y nada ni nadie lo podrá evitar, porque la palabra de Dios es clara y precisa cuando dice, que con la medida que midas serás medido, o sea, bien por más bien o mal por más mal; esto nos lleva a reflexionar lo que la Palabra de Jesús nos dice en los siguientes versículos:
"Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen a la puerta y les abrirán; porque el que pide recibe; el que busca halla, y al que llame a una puerta le abrirán."
Mateo. 7: 7,8