Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. - Juan 14:6
La agitada vida moderna es muy parecida a las terminales de ómnibus y a las grandes avenidas con muchos carteles y señales que indican la dirección a diferentes ciudades y lugares de un país. Quien está en pleno movimiento no puede pararse en medio del camino para pensar con calma cuál es el camino que debe tomar. Por otro lado, luego de elegir el camino a seguir, no se puede dar marcha atrás para ir a tomar el camino correcto sin que tal decisión cueste mucho tiempo.
Vivimos en una época de decisiones rápidas. Dios sabe con cuánta facilidad nos equivocamos a la hora de elegir el camino, por lo que una de las actividades principales en su agenda es enseñarnos las verdades que necesitamos saber para nuestro beneficio, y guiarnos. La más importante de ellas nos enseña el camino a la vida eterna. En el Evangelio de San Juan, Jesús dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
ORACIÓN: Querido Dios, orienta mis pasos y mis actitudes. Envía tu Espíritu Santo para mostrarme tus caminos en tu Santa Palabra. Amén.
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