He visto pasar... no sé ni cuántas primaveras fríos inviernos... solitarios y cálidos veranos... brillantes otoños que brillaron en vano y en el reloj del tiempo empañarse la esfera.
He visto derrumbarse mis rosadas quimeras y fugarse mis sueños en las alas del viento... palidecer la luz de un cirio en un convento y la novia olvidada que en el tálamo espera.
He visto el paso de los años por docenas lentos pasar, llenos de ansiedad y penas porque a través de ellos con dolor he sufrido
la angustia de tener que recordarla porque a pesar de mis deseos de olvidarla a través de los años... no he podido.