Hombre,
pecado al rojo vivo,
invitación a perder la cordura,
a amarte con tanta dulzura
para morir de pasión entre tus brazos.
Llama ardiente donde quemo mis deseos
isla de encantos donde me pierdo
para renacer en las llanuras de tu vientre
como una loba sedienta de tus labios.
Ser que perturbas mi razón
donde escondes el cajón de tus deseos
quiero abrirlo para que me correteen
en los laberintos de mi cuerpo.
Desconozco autor
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