HComo me encanta aquella plaza
mirando a los niños jugando
descubriendo su mundo
tantos niños jugando
de todos los colores su mundo infantil componiendo
tanta inocencia, tanta pureza, tanta belleza
en cada mirada veo un angel
en cada sonrisa siento una luz
sus leves caidas tan divertidas
sus jugueteos tan monos
juegan entre sí, sin diferencias
la pura igualdad de los iguales
Esta visión acaricia mi corazón
acaricia mi alma, tan depauperada
que hace mucho tiempo perdió esta inocencia
Cuando de repente oigo estampidos
tiros, en guerra están bandidos y policía
pasan armados próximos a mí
bandidos adolecentes asaltantes
Siento miedo, no miedo de ser alcanzado
Sentí un inmenso miedo al mirar otra vez
aquellos dulces, frágiles, inocentes niños
Dios mío, en qué la sociedad va a transformarlos
Hoy unidos, mañana separados, estractificados
Poluídos, desvirtuados o hasta criminalizados
Como podemos permitir esto acontecer
Como nos permitimos a este punto llegar
Como hacer para todo este proceso acabar
Crecer, madurar y el alma pudrirse
Existe violencia mayor que estos angelitos,
por los males sociales, llevarlos a pecar
en los caminos de la perdición condenarlos
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