El tiempo
¡Cuántas veces hemos deseado detener el tiempo! Por ese instante que estamos viviendo, esa etapa o situación tan feliz que no queremos por nada que se nos vaya…
Hay veces que quisiéramos detener el tiempo, nos sentimos tan dichosas que decimos “¡Mi Dios detén este tiempo!” pero nada, el tiempo se va como agua entre nuestros dedos, y no podemos hacer absolutamente nada para pararlo. El tiempo es así, va pasando y no nos damos cuenta cuando estamos viviendo otros tiempos.
También hay otra cara de la moneda y es cuando el tiempo que estamos viviendo es cruel, nos duele hasta los huesos este tiempo que estamos viviendo, es tan horrible que sólo deseamos cerrar los ojos y pensar que es una pesadilla… y que “Dios mío, quisiera que el tiempo pase pronto, no me dejes en este tiempo abandonada a mi suerte y a todo lo malo que estoy viviendo”.
Tiempos de buenas nuevas, hay tiempos que en nuestras vidas nos marcan para siempre ya sea por alguien que amamos con todo nuestro corazón, por alguien que nos hizo sentir en las nubes que vivíamos un verdadero sueño de amor, un tiempo de una felicidad inexplicable y egoísta porque nos encerramos en ese sentimiento que nos hizo olvidar todo lo que nos rodeaba
¿Les parece conocida esta historia?
Creo que sí, porque siempre que estamos en un estado de felicidad nos encontramos tan bien con esa persona que todos los demás sobran, pero cuidado, recuerda que no puedes vivir eternamente apegada a una persona, hay que saber dejarles respirar o ese bello momento será una tortura a la larga.
Recuerden que el tiempo es lo único que no podemos detener, se manda solo, va por nuestras vidas entregando diferentes tipos de sentimientos.
Siempre es bueno no alejarse mucho de nuestras familias o amigos porque algún día los necesitaremos aunque no queramos, no deseamos que nadie tenga que sufrir un día en la vida, pero parece ser que es un equilibrio, hay que sufrir para poder valorar la felicidad, no existe amor sin llorar alguna vez, entonces debemos estar atentas que nuestro tiempo en la tierra está llena de contrastes.
El tiempo, es como un camino que debemos caminar ya sea para nuestro bien o para nuestro mal, sólo hay que caminar sin detener nuestros pasos y sin mirar hacia atrás.
Autor: Shoshan