Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. - Juan 3:16
Normalmente, después que superamos alguna dificultad, nos sentimos enamorados de Dios y entendemos su gran amor en Jesús. Pero una vez pasados los momentos difíciles, ¿qué sucede? Poco a poco nos vamos olvidando nuevamente de Dios.
¡Qué bueno es saber que Dios no deja de amarnos! Él nos ama cada día, perdonando nuestros pecados por medio de Jesús y fortaleciendo nuestra fe. Dios nos llama a diario al arrepentimiento para mostrarnos las cosas como son, y darnos la oportunidad de traernos de vuelta al camino correcto. Su amor por nosotros nunca deja de ser.
ORACIÓN: Querido Salvador Jesús, reconozco que mi amor por ti no es constante, por lo que te pido que me ayudes a amarte cada día más. Amén.
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