Tú, Señor mi Dios, has pensado en nosotros, y has realizado grandes maravillas; no es posible hablar de todas ellas. Quisiera contarlas, hablar de cada una, pero su número es incontable. - Salmos 40:5
Ser agradecido es una de las principales cualidades humanas. Y la ingratitud es uno de los principales defectos de la humanidad. Si somos justos, veremos que tenemos mucho que agradecer, a nuestros padres, amigos, maestros y muchos otros que nos ayudan siempre. Pero, por encima de todos está Dios.
Él nos dio todo. Es de Él que provienen nuestras bendiciones, nuestros dones y talentos. Y tenemos que reconocer que hacemos más oraciones pidiendo, que agradeciendo. Pero agradece ahora a Dios pues incluso eso Él perdona. Sé grato con Dios. Reconoce lo que Él hizo por ti. Aun antes que nacieras Él providenció tu salvación. Él sacrificó a Jesús para poder darte el perdón de todos los pecados y de regalo, la vida eterna. Agradece a Él y por sobre todo, confía en Él y reconoce que Él hizo todo por ti.
ORACIÓN: Gracias, Dios mío. Estoy muy agradecido por todo lo que has hecho en mi vida. Estoy agradecido por mi salvación, por mi familia y salud. Ayúdame a ser siempre agradecido contigo. En el nombre de Cristo. Amén.
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