NO ERES MÍO,
PERO TE QUIERO
No eras mío, pero te quiero,
con mis lágrimas,
con todos mis recuerdos.
Te quiero.
Con este silencio absoluto,
donde brotan los pensamientos,
de tu infancia,
cuando solo eras
un bodoquito travieso,
jugando con los zapatos
y las calcetas de tu dueño.
No eras mío, pero te quiero,
ver de nuevo en el jardín,
ladrando a algún conejo
tan fuerte y feliz
como un niño pequeño.
No eras mío,
pero estoy llorando versos,
con los ojos hinchados
esperando tu regreso,
estés donde estés.
Mi amigo, mi perro.