¡LEVÁNTATE, TÚ PUEDES!
Cuando la caída sea cruel
y tus plumas vuelen sin remedio
al inframundo de las dudas
o la desesperación.
¡Tú, puedes!
Cuando tus pies cuelguen del abismo
y te llame el pozo con sus garras
para seducirte con la muerte.
¡Tú, puedes!
Cuando la venda cubra tus ojos
y los oídos solo escuchen lamentos
entre el ruido de las prisas.
¡Tú, puedes!
¡Tú, puedes continuar!
Porque entre los perfiles
que pinta la muerte
mucho es falsedad.
¡Tienes el valor!
En Cristo lo hallarás.
¡Levántate!
Rompe las cadenas,
porque la vida es bella
y siempre hay un mañana
para volver a comenzar.