NO ERES MÍO,
PERO TE QUIERO
No eras mío, pero te quiero,
con mis lágrimas,
con todos mis recuerdos.
Te quiero.
Con este silencio absoluto,
donde brotan los pensamientos,
de tu infancia,
cuando solo eras
un bodoquito travieso,
jugando con los zapatos
y las calcetas de tu dueño.
No eras mío, pero te quiero,
ver de nuevo en el jardín,
ladrando a algún conejo
tan fuerte y feliz
como un niño pequeño.
No eras mío,
pero estoy llorando versos,
con los ojos hinchados
esperando tu regreso,
estés donde estés.
Mi amigo, mi perro.
Cuando tengo mucho dolor
no puedo escribir bien así que,
A Kiler, el perro de mi hermano,
quien fue dado ayer en adopción por
asuntos de fuerza mayor y a quien
todos estamos llorando
como a un miembro
más de la familia, esta pequeña
improvisación.
Donde estés, ojalá te cuiden mucho
y seas muy feliz mi amado Kiler.