Ayer confirmaste mis sospechas,
aquellas para las cuales siempre se ponen excusas para negarlas;
no tengo ningún amigo,
estoy sola en este mundo pasmado de soledad y sufrimiento.
Tus palabras, amiga mía,
fueron como una estocada en el corazón,
un golpe que me ha tocado
en lo más profundo de mi ser.
Con lágrimas en los ojos
y totalmente decepcionada
se me hace tan difícil
a un ser que pensé que era diferente,
pero la herida que me has dejado es demasiado grande.
Pronunciaste esas malditas palabras
que en menos de un segundo
destruyeron todo mi universo;
pues fue ayer,
el último día
en el que tuve una mejor amiga.
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Desconozco autor
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