Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? - Mateo 16:26
La preocupación por la seguridad personal es inherente al ser humano desde su creación. Hoy se acentúa ante los problemas cada vez más graves de la sociedad en que vivimos. En consecuencia, la industria de vehículos blindados está en crecimiento, y los sistemas de alarmas son cada vez más sofisticados. Las murallas son cada vez más altas, y las cámaras de vigilancia aparecen en muchas esquinas de las calles más transitadas. La preocupación por las cosas materiales es grande. Pero, ¿y qué de la preocupación por las cosas espirituales?
Mientras que nuestra preocupación por el cuerpo es exagerada, la protección de nuestra alma está siendo dejada para después. Jesús nos advierte sobre esta exagerada preocupación y ansiedad que tenemos con respecto a nuestro cuerpo, diciendo: "Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma?” (Mateo 16:26) Solamente Cristo, nuestro Salvador, puede protegernos y también librarnos de la violencia.
ORACIÓN: Bondadoso Dios, danos tu paz, y consuélanos en el miedo y en la inseguridad. Recuérdanos que Jesús es nuestro auxilio presente en las tribulaciones, ansiedades y preocupaciones. Amén.
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