EL TRATO
Margarita, 35 años, bonita, bien formada, había ido con sus
dos hijos pequeños a la Central Telefónica para hacer un llamado larga
distancia y
poder enterarse si su esposo había podido llegar a Génova, ya
que tuvo que huir de la persecución nazi por ser judío. Sus hijos tenían fecha
unos seis meses más tarde para ser llevados al campo de exterminio.
Cuando llegó a la puerta de la Central Telefónica, se encontró
con un joven guardia de la gestapo con su característico uniforme marrón. Le dio
miedo y mecánicamente se arregló el sombrerito de gamuza negra que tenía en la
cabeza, apretó las manos de sus hijos y le dijo:
-Buenos días, vengo a hacer una llamada larga distancia, ¿me
permite pasar?
El joven la miraba como si la estuviese desnudando,
diciendo:
-La pucha que sos guapa, me gustás mucho, te propongo un
trato, yo te dejo hablar por teléfono, seguro que la llamada tiene que ver con
la desaparición del judío de tu marido, vos no tenés que tener miedo si vos no
sos judía, si sos aria hasta la tercera generación, me decís dónde está tu
marido y a los chicos les doy un calmante para que ni se den cuenta de a dónde
los llevamos, ¿qué te parece si hacemos un niño ario por la patria?
A Margarita se le hizo un nudo en el estómago, se le nubló la
vista, pero
pudo entever la posibilidad de llegar a un trato con ese
guardia de la gestapo que se ve que la conocía muy bien y también su
historia.
Con toda la compstura que pudo demostrar le dijo:
-Usted déjeme hablar, yo luego le digo dónde está mi marido, y
si quiere tener algo conmigo me tiene que prometer que me dejará huir con mis
hijos.
Calculó bien, el deseo del muchacho era tan fuerte que aceptó
el trato y la dejó pasar, diciendo que luego la llevaría una oficina vacía que
él conocía para tener relaciones.
laro que Margarita mentiría sobre dónde estaba su marido, pero
no fue necesario porque con la llamada telefónica se enteró que éste había
abandonado Europa embarcándose en Génova.
Cabe decir que tuvieron relaciones en una oficina vacía, sobre
una mesa, y que el muchacho cumplió su promesa, Margarita pudo huír con sus dos
hijos.
IKHANNA
2012