Si en un solo día peca siete veces contra ti, y siete veces vuelve a ti el mismo día y te dice: “Me arrepiento”, perdónalo. - Lucas 17:4
“¡Yo simplemente no puedo perdonar!” El resentimiento y la rabia quitan toda la alegría de vivir. Y muchos insisten en decir siempre la misma cosa: “¡Yo no puedo perdonar!”. Son muchas las personas que están cargando hoy la misma amargura. Quizá tú seas una de esas personas. Si dices que no puedes perdonar, estás muy equivocado. Deberías decir: “¡Yo no quiero perdonar!”
Escucha lo que Dios nos dice: “Pero yo – yo mismo – soy tu Dios y por eso perdono tus pecados y los olvido”. Él envió a Jesucristo para asegurarnos el perdón y la vida eterna. Si él perdona y olvida, ¿por qué tú no quieres perdonar? Olvidar es nunca más volver a hablar del tema. ¡Busca pronto la reconciliación! Perdona y pide perdón, y la paz de Dios llenará de nuevo tu vida.
ORACIÓN: Señor mi Dios, que perdonas y olvidas mis pecados, ayúdame a perdonar y olvidar las ofensas de los que me rodean. En Jesús. Amén.
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