La Dalia no es una flor que pase desapercibida. Sus llamativas flores son imán de todas las miradas, siendo precisamente muy valoradas por su belleza. Las hay de muchas formas y colores, siendo una opción muy indicada para formar macizos en flor. Con las condiciones adecuadas, la Dalia florece de mediados de verano hasta las primeras heladas de otoño. Necesita estar en lugares soleados pero resguardados del viento. Y el riego debe ser abundante, sobre todo durante el verano.