Esta planta tiene su origen en África y puede llegar a crecer hasta alcanzar el metro de altura. Se considera una de las plantas menos exigentes que existen, ya que los cuidados de los que requerirá serán mínimos. Necesita de luz natural para sobrevivir, aunque lo cierto es que puede aguantar a la perfección en aquellas estancias en las que no haya tanta iluminación. Es una planta muy elegante; mientras crece en altura, sus hojas se irán redondeando a lo largo de un tallo grueso.
Presenta un marcado color verde oscuro, muy brillante. A diferencia de otras plantas de interior, esta no precisa de mucha agua para sobrevivir, especialmente si estamos en invierno. Tan sólo requerirá de que la trasplantemos cada 2 años más o menos.