Dios dirige todas mis decisiones.
Guía
Así como un excursionista que sigue un mapa alinea la aguja de la brújula con el norte para llegar a su destino, yo alineo todo mi ser con el Cristo morador para que éste guíe mi camino. Aunque evalúe mis opciones y considere todas las posibilidades, sé que sólo Dios es mi guía infalible.
Tomar una decisión sabia es beneficioso para mí, bien sea acerca de algo pequeño o algo que cambie el rumbo de mi vida. El espíritu crístico es mi guía interna que apoya y fomenta mi mayor bien. Creo momentos para la oración y el silencio, y sé que la guía vendrá. No tengo sino que buscar y escuchar con mi mente y corazón. Vivo con confianza, consciente de que el espíritu divino me guía y dirige todas mis decisiones.
“Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.”—2 Tesalonicenses 3:5