Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación De no yacer en mí mismo desnudo Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón En un último, austero alarido!
Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido: Sufro -Soy yo. Ah, extraer de la música el secreto, el tono De su alarido!
Ah, la furia -aflicción que grita en vano Pues los gritos se tensan Y alcanzan el silencio traído por el aire En la noche, nada más allí!
Autor del poema: Fernando Pessoa
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