Prosperidad
Siento gratitud por el fluir divino de bien en mi vida.
Cuando oigo la palabra “prosperidad”, puede que piense en mi cuenta bancaria. En ese momento, quizás sienta alivio o ansiedad. Mas comprendo que la prosperidad no es definida por el dinero. La verdadera prosperidad es de naturaleza espiritual. Viene de saber que mi verdadera fuente no son mi jefe, mi socio o mis padres. Dios es la Fuente de mi bien.
Cuando estoy consciente de la sabiduría y la gracia de Dios, no puedo evitar crear prosperidad—en mis relaciones personales, mi salud, mis bienes. Al enfocar mi atención en la Verdad mayor, la abundancia fluye. Soy rico de todas las maneras y siento gratitud.
Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado ni una sola de todas las bendiciones que Jehová, vuestro Dios, os había dicho.—Josué 23:14
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