.
No son más silenciosos los espejos
Ni más furtiva el alba aventurera
Eres bajo la luna esa pantera
Que nos es dado divisar de lejos
Por obra indispensable de un decreto
Divino te buscamos vanamente
Más remoto que el Ganges y el Oriente
Tuya es la soledad, tuyo el secreto
Tu lomo condesciende a la morosa
Caricia de mi mano. Has admitido
Desde esa eternidad que ya es olvido
El amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
De un ámbito cerrado como un sueño.
Borges