Te busco
en la noche perdida,
en medio del quedo murmullo,
allí donde escurren los sueños,
ansioso de verte te digo un “te quiero”…
pero otras veces me escapo de prisa,
queriendo evitarte con las manos tibias
y el corazón desbordante.
Te amo
en la cúspide de un beso,
sabiéndolos tan míos,
que vacías mi boca,
siento deseo de tocar con mi ternura,
lo que sientes,
lo que anhelas,
lo que vives,
y no hablar de mí, ni del pasado
tan solo apretar las hojas del tiempo,
donde contemplo en silencio tus ojos…
cuando miro más allá de tus sueños.
Te veo en todo lo que miro
en el silencio tenue
entre mis anhelos tibios
al caer el agua,
en mis despertares
sobre los silencios,
en el calor de mi piel que enamora.
Extraño tu vida,
que falta en mi vida,
tu pulso perfecto,
latiendo en el mío…
Esa luna
que no se cansa tras mi ventana.
En mis sueños divago una locura…
mi pudor se extingue ante tu amor,
ante tu caricia sedienta de la mía.
Tus manos
despojan mi atuendo,
quedan nuestros cuerpos
enlazados,
salvajes...
suspiros seguidos de llanto cansado.
Ni en sueños, olvidé el aroma de tu piel…
y aún te amo más allá del horizonte