Tanta provocación
vino de tu cuerpo,
Que la sangre en mis venas corrían sin límite,
Mi boca se llenó de agua
por esos labios tuyos
qué escondes entre tus muslos,
Un beso profundo pensé,
tal ves succionar muy lento te cause tormento,
Más tu grito sea en lo alto del convento,
Mis manos están demasiado lisas son efecto de
acariciar tu cintura y los muslos reposados en mis hombros,
Tanta sed causaste que mis labios se artarón del agua de tus poros.
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