HONOR Y DIGNIDAD
(Monólogo)
Estaba ciego de ira, de bronca, de impotencia y los celos
me estaban matando lentamente en una agonía sin retorno
mientras en mis pensamientos cuchillos filosos de hundían
en el fondo para desgarrar cada parte de mi cerebro
hasta llegar a las venas de mi corazón.…
“¿Cómo se atrevía a hacerme esto? Soy su esposo, su hombre,
su compañero en los pasos de la vida y no merezco
semejante actitud de su parte, si nada le falta, si le he
dado todo, si no estoy a su lado en los tiempos en los
que mis ocupaciones y responsabilidades no me lo permiten,
aunque a veces estoy cansado por la rutina o el estrés laboral”.
Y él qué hace buscando a mi mujer…
¿Acaso no tiene otra cosa que hacer que fijarse en una mujer
comprometida? Si él me conoce, si yo lo conozco,
pero esto no se queda así le voy a escribir que deje de
molestar, que se cree eso haré lo voy a poner en su lugar.
Seguro que la busca apenas salgo, en un descuido o
cuando la ve en línea conectada empieza con sus halagos
y sus palabras dulces en el afán de seducir
sus instintos, sus deseos, sus ganas.
Pero un momento ella también es culpable al no hacerse
respetar porque nadie avanza donde no le dan lugar…
¡Claro! Si él se toma atribuciones que no le corresponden es por algo…
¡Idiota! Es un traidor, un miserable habiendo tantas mujeres
con las que puede estar porque justamente una mujer casada. ¡Mi Mujer!
Apenas llegue de sorpresa voy a enfrentar la situación,
le voy a pedir su móvil para revisar cada uno de sus mensajes,
audios, cada foto o imagen de su galería y si encuentro algo
indebido será el fin por mis principios, por mi dignidad y por mi honor.
Ángel de las Letras-
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