Ven a mí, que sin ti me siento perdido
Apenas las cosas me tienen entretenido, de modo que duele menos el desespero de comer de tu fruta. La sola presencia de tu palabra me cambia y me hace sentir felicidad. Y tus caricias y tus besos me llenan, me completan y me hacen ser la mitad de ti.
Ven a mí, lentamente y como puedas venir; tú eres la que el momento va a decidir. Más me duele la separación y anhelo tu presencia con sincera devoción. Tus pasos y tu figura limpia y querida, es la sanación de mi herida de amor. Cúrame con tus besos y tus caricias.
Ven a mí, que contigo hay confianza y entregados a hacernos felices. Y en estos momentos tristes, tu recuerdo me alegra y me da energías para vivir y esperarte que de nuevo vengas a mí.
Ven a mí, y ven con libertar. Navega por mí, amada mía y salúdame y batámonos en el amor a dos. Y llegas con libertad y pintas felicidad de todos los colores. Estelas dejas en tu camino a mí, al venir y al irte. Duerme en sueños conmigo y dibuja con tus manos figuras en mi cuerpo…
Ven a mí, con tus ojos lindos y con tu simplicidad y con las complicaciones de la vida. Y tu mirada limpia se confunde con los colores de mar y ansias de amor en libertad.
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