AGUA CANTORA
¿Y nunca te has de cansar
de cantar,
agua cantora
que vas por el olivar...?
Por la noche, centinela,
te pasas la noche en vela
dando el alto a las estrellas.
Y, como no tienes sueño,
al alba, niño pequeño,
vas pisándole las huellas
a la estrella y a la aurora.
Al mediodía, caliente
oro, nostalgia cantora,
te enredas por la alameda.
Y por la tarde, aun te queda
voz y vidrio con que andar
llenando de canto y seda
la tarde y el olivar.
Pasas el día cantando
sin saber de dónde vienes.
Pasas la noche cantando
sin saber a dónde vas.
Pasas el tiempo cantando
y burlando verdes chopos,
y no tienes esta amargura de
muerte que tenemos los demás.
¡ Agua cantora
que vas por el olivar
soliviantando a la aurora !
Yo también quiero pasar,
sin pensar
que existen muertes y cunas,
y burlar
albas, chopos, rosas, lunas,
desde la tarde a la aurora;
y cantar ¡y cantar!
como tú, agua cantora,
que vas por el olivar.
MANUEL BENITEZ CARRAZCO