Me sentía feliz,
era libre como el viento,
bailaba bajo la lluvia
con mis mejores atuendos,
me reía, disfrutaba de la vida,
soñaba sin pesadillas,
pero te encontré y me perdí.
Dejé de ser aquella mujer
que volaba en la fantasía
de sus sueños para convertirme
en tu reo sin ser culpable,
mi único delito fue enamorarme
de ti, me pintaste un horizonte imposible
de rechazar, te creí, es normal
y estoy pagando mi ingenuidad.
Ahora no sé cómo voy a encontrarme
si por aceptarte me perdí en lo profundo
del mar, déjame subir, ya no puedo respirar.