Y Tu amor encendió mi corazón En la penumbra de una noche callada, cuando mi alma vagaba sin rumbo ni esperanza, apareciste tú, como estrella inesperada, y tu luz suave desbordó mi confianza. Tu amor, un fuego que no quema pero abraza, encendió las brasas dormidas en mi interior, y en el eco de tus palabras, mi alma descansa, como el viajero que encuentra un puerto de amor. Eras la llama que mi corazón ignoraba, el destello que alumbra la senda perdida, tu mirada, un faro que nunca se apaga, tu risa, la melodía que da sentido a la vida. No fue solo tu ternura la que me cautivó, ni el roce de tus manos que a mi piel despertaron, fue el calor de tu espíritu que todo lo transformó, y las promesas en tus ojos que me iluminaron. Tu amor llegó como el río que nunca se agota, fluye sin cesar, calmando mi sed infinita, es tormenta y calma, marea que flota, es el refugio donde mi alma habita. Ahora mi corazón late al ritmo de tu esencia, no hay rincón en mi ser que no te pertenezca, eres el fuego que da vida a mi existencia, y en tus brazos, todo el universo se conecta. Gracias por encender me con tu amor eterno, por ser chispa, hoguera, y calor en mi invierno. Que este fuego nunca pierda su fulgor, porque contigo, mi vida encuentra su color... León sin ley
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