LA RAZÓN DE SU PLACER
Otra vez se alejaba, otra vez buscaba un refugio
para los latidos de su corazón en la distancia,
en los interminables silencios del atardecer
y en las frías madrugadas, otra vez se llevaba
la llave de mi corazón y me dejaba encerrado
en un laberinto, otra vez me bloqueaba de todas
las redes sociales, otra vez no respondía ni uno solo
de los mensajes anclados en la bandeja
de entrada de su dispositivo móvil. Otra vez no quería escuchar mis explicaciones,
los argumentos de un libreto sin sentido,
otra vez no quería leer su nombre en las páginas
de mis escritos ni seguir las huellas de mis letras
donde su amor era luz que volcaba mi tinta
en la fuerza de su caudal, otra vez ponía las barreras
a sus sentimientos, a sus deseos y su ansiedad,
otra vez se llevaba en sus alas un pedazo de mi alma
al tratar de arrancar mi sed de sus rocíos. Otra vez quería cerrar el telón de un amor sin final,
otra vez se acostaba desnuda entre las sabanas
de su cama a la espera de mis manos tomando
el control de cada espacio de su paraíso divino,
de las llamas de mi pecho, del sudor de los poros
de mi cuerpo y sonreía porque estaba segura
de mi amor, otra vez al cerrar sus ojos comprendía
que nadie jamás le hacía sentir así porque aún a miles
de kilómetros la miel de sus entrañas bajaba solo por mí.
Ángel de las Letras
|