Confieso que me haces
tanta falta, como el viento
que suspira por las montañas solitarias,
como la luna perdida
en la neblina de la noche sin fin.
Tu ausencia pesa
como la sombra de un árbol seco
que ya no guarda secretos
de la primavera pasada,
y cada día sin ti
es un eterno invierno,
un frío que cala
hasta los huesos del alma.
Confieso que me haces
tanta falta que mis
pensamientos te buscan
como la mariposa persigue la luz,
como el río corre hacia el mar
sin saber que es allí
donde encuentra su libertad.
Sin ti, el sol pierde su brillo,
las estrellas se apagan
y el horizonte se desvanece
como un sueño imposible de alcanzar.
Mis días son grises
y mis noches vacías,
como un eco lejano
que no deja de llamarte.
Confieso que me haces
tanta falta, que hasta el
aire se siente denso
sin el susurro de tu voz,
sin la caricia suave
de tu mirada que me envuelve
y me hace sentir
que todo está en su lugar.
Y aunque el tiempo siga su curso,
y el mundo siga girando,
mi corazón solo late
en la espera de tu regreso,
como el mar esperando
a que llegue la marea,
como el árbol que aún sueña
con la primavera que algún día volverá.
Confieso que me haces
tanta falta,. y no hay palabras
suficientes para describir el vacío
que dejas en mi ser.
Eres mi razón,
mi fuego, y mi paz,.y sin ti,
mi mundo se detiene en un eterno anhelo.